Te de jengibre

Tome usted nota: la srta. Veronica Braulia Rueco a las 04:19am se dirige a dormir. Tapada hasta el cuello y haciendo cucharita con tres almohadones, despues de recordar un día que comenzo en declive, repuntó a la tarde y llegó una meseta interesante.
El día de la patria comenzó no tan patrioticamente con un despertador traidor que decia 7pm en vez de AM. Corriendo contrareloj despertada con la tos de la gripe/resfrio/angina/vayaasaberquemierdatengo, llegó a lo que suponía un ensayo productivo para descubrir una vez más que el doble arresto de la zamba le complica la vida y que el compañero que le tocó es un reverendo pelotudo que le copa hacerse el pelotudo.
Repuntando en la oficina al descubrir que cuando llega hay simulacro de incendio, asi que nomás afuera media hora de charla con su hermana.
Corriendo a la tardecita, con Mariano Olman y un termo bajo el brazo, para ir a bailar al Teatro Roma dándose cuenta en la puerta del subte que no hay taza alguna para beber el te de jengibre.
San casualidad de las casualidades Ursula Steingart andaba por allí con una taza del banco Hipotecario que serviría para el brebaje.
Haciendo su funcion de bailarines demostraron sus habilidades con una corbata marcada en un vals a lo cual la Sra. Mariana Fuster desaprobó tal acrobacia. pero se vino junto a Fernando Bertola a comer al chino de Av. de Mayo que alguna vez el señor Juan Miguel Expósito hizo conocer a la que escribe.

Nomás, lindos de estar en mi vida, gracias.

Ustedes solitos nomás pueden ver esto asi que despáchense con gusto, nadie mas lo puede leer.